Escuchando a una astróloga me entero de que recientemente se ha descubierto un nuevo estado de la materia.
Todos hemos aprendido desde pequeños que los estados de la materia eran tres: sólido, líquido y gaseoso, pero los físicos han descubierto que pueden existir diversas variedades exóticas bajo condiciones extremas de temperatura y presión. Me encanta lo de «variedades exóticas».
Los investigadores estaban experimentando con potasio cuando se dieron cuenta de que los átomos de este metal, en un determinado momento, se empezaban a comportar como sólidos y líquidos al mismo tiempo. Me cuesta imaginarme algo así, solo cuando lloro mucho me diluyo de tal manera que me empiezo a percibirme a mí misma como sólida y líquida a la vez, pero creo que los resultados de esta investigación no van por ahí.
Los expertos aplicaron presiones y temperaturas altísimas a 20 000 átomos de potasio para saber cómo se comportaba este elemento en condiciones extremas. Aunque la estructura del potasio es muy simple, después de aplicar la presión, sus átomos empezaron a agruparse en estructuras cristalinas complejas y terminaron formando dos estructuras interconectadas. Sometida a altas temperaturas, una parte de esta agrupación se derritió, mientras que la otra permanecía en estado sólido. Sólido y líquido al mismo tiempo.
«Es algo raro», afirma el coautor del estudio Andreas Hermann, físico experto en materia condensada en la Universidad de Edimburgo.
Siempre me producen mucha ternura este tipo de expresiones procedentes de genios, como debe de ser este señor. Sí, efectivamente, es algo raro. De eso no hay duda. Hermann no nos quiere intranquilizar y hace otro esfuerzo para que intentemos comprender el fenómeno o, al menos, nos hagamos una idea. «Sería como sostener una esponja llena de agua que empieza a filtrar, pero la esponja también está hecha de agua».
Una esponja hecha de agua. La imagen me resulta atractiva, pero sigo sin poder imaginar algo así. Cierro los ojos y visualizo esa esponja que deja caer el agua. Bien. Luego trato de captar cómo debe ser que la propia esponja esté hecha de agua, sea agua. Me imagino llorando y casi logro hacerme una idea, casi.
Se sabe que este nuevo estado podría darse en el interior de la Tierra, puesto que las altas temperaturas y la extrema presión que allí se presentan serían adecuadas para este fenómeno. El problema es que el potasio no se encontraría en una forma pura y estaría mezclado con otro material.
También en la vida, a veces uno tiene la sensación de que hay pocas cosas puras, incluso a los niños les dura cada vez menos la inocencia, puesto que cada vez acceden a más información, están más estimulados y son más «espabilados». No sé si será muy difícil encontrar potasio puro, pero lo que sí sé es que escasean las personas y las relaciones puras (en el sentido académico de alguien que procede con desinterés en el desempeño de un empleo o en la administración de justicia, o que no incluye ninguna condición, excepción o restricción).
Abandono estas reflexiones sobre el género humano y, metida ya en faena, continúo leyendo sobre este tema tan apasionante de la materia. Aunque yo me acabo de enterar de esta condición sólida y líquida del potasio, la noticia es del pasado mes de abril, pero, para mi sorpresa, en mi búsqueda de información me topo con otra noticia de este mes de agosto que habla de un «nuevo» estado de la materia, en este caso, la superconductividad topológica. Diréis qué es. Pues bien, la información no brilla por su entusiasmo pedagógico, pero entiendo que es algo relacionado con la computación cuántica y el aumento de la capacidad de almacenamiento. O sea, que cada vez nuestros dispositivos electrónicos tendrán más y más capacidad de almacenar cosas.
Iba a concluir mi búsqueda, un poco abrumada por tantos conceptos científicos, cuando de pronto doy con una página que habla del quinto estado de la materia. La noticia es de 2018. La ciencia corre que se las pela. A estas alturas, ya he perdido la cuenta del número de estados de la materia, yo, que me había quedado con el esquema clásico…
Ni sólido, ni líquido, ni gaseoso, ni plasmático: el quinto estado de la materia está compuesto por átomos que están al nivel más bajo de energía. Esto provoca que todos se vuelvan idénticos, actuando igual a los demás. Este condensado tiene un comportamiento colectivo y hace de la materia un solo gran átomo. No puedo evitarlo y sé que quizá sea básico, pero así, a bote pronto, se me ocurren muchos colectivos humanos que también se comportan como un solo átomo, pero sigo…
El intento de lograr el quinto estado de la materia enfriando átomos por debajo del nivel de energía, cerca del llamado cero absoluto, no es nuevo, pero es la primera vez que unos científicos alemanes han logrado que este estado dure seis minutos frente a los pocos segundos de experimentos anteriores. Se piensa que esto puede tener muchas aplicaciones tecnológicas. Faltaría más.
Pero lo que más me gusta es cómo titulan esta información: «Científicos crean quinto estado de la materia (y eso nos acerca a la teletransportación)». Luego ya no se vuelve a hablar de teletransportación en toda la noticia, pero funciona bien como enganche, hay que reconocerlo.
Ay, quién no ha soñado alguna vez con teletransportarse. De su casa a Canadá, de Canadá a Sudáfrica, de Sudáfrica a Islandia, del sofá a la cama… Yo me muevo bastante de lugares con la imaginación y llego a sentir verdaderamente que estoy en otros sitios, en otros espacios, pero claro, mi cuerpo sigue sentado en el sofá y no sé si eso se puede acercar siquiera a la teletransportación.
Debajo del titular aparece una especie de entradilla que dice: «En estos tiempos es difícil discernir entre ciencia real… y ciencia ficción».
Sinceramente, no puedo estar más de acuerdo. Las barreras entre realidad y ficción… qué gran tema. Pero lo dejo para otra ocasión, que ahora tengo que aterrizar de nuevo en mi silla después de tanta información sobre átomos y materias que se comportan de tan extrañas maneras.