Nubes
El inconveniente de estar mirando siempre las nubes es que a veces pisas una mierda de perro sin darte cuenta. El suelo se convierte en un elemento extraño y pasan cosas como que te chocas con alguien (incluso con una farola), metes el pie en un alcorque, te pierdes la belleza de una acera adoquinada o resbalas si el suelo está húmedo. Es lo que tiene poner la vista en el cielo, que la tierra reclama tu atención y pide que no la olvides, al fin y al cabo, es la que nos sujeta y sostiene, pero no es fácil a veces, sobre todo cuando vives en un sitio como el mío, donde las nubes ofrecen un espectáculo diario al que difícilmente te puedes sustraer. Un amigo que conoce mi debilidad me contó el otro día que la Organización Meteorológica… Leer más »Nubes