Saltar al contenido
Inicio » ofrenda

ofrenda

Sin bordes

Un día decidí quitarme los bordes y ver qué pasaba.  Si los fabricantes del pan de molde lo habían hecho ya hace muchos años y (oh, transgresión) habían triunfado, por qué no iba a suceder lo mismo conmigo. Cuando me deshice de mis bordes, lo primero que experimenté fue un cierto mareo; vértigo, me atrevería a decir. Al desaparecer los contornos, todo era demasiado amplio y no había nada a lo que pudiera agarrarme. No había barandillas, no había dogmas. No había nada. Era como cuando de pequeña daba vueltas sobre mí misma sin ton ni son, por el mero hecho de girar y marearme; cuando paraba, no sabía nunca dónde estaba. Recuerdo que eso me gustaba y me disgustaba a partes iguales. Vivir sin bordes, al principio, fue algo así. Luego vinieron otras muchas cosas sorprendentes. Las palabras, por… Leer más »Sin bordes