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Retiro

Entreacto

Preparamos la cesta de pícnic, la de mimbre con la tela de cuadros rojos y blancos. Tenía dos platos y dos vasos de cerámica, dos tenedores y dos cuchillos de acero inoxidable y hasta un sacacorchos. Cogí dos cervezas bien frías y metí dentro de la cesta un táper con tortilla de patatas y unas croquetas. Hacía sol y nos pusimos los sombreros de paja que usamos en nuestras excursiones. Extendimos la jarapa, aspiramos con fuerza el olor de la hierba después de unos días de lluvia y nos tumbamos para contemplar el movimiento de las nubes. El aire olía a lilas y habían brotado las primeras amapolas. No miramos nada más. Ni la piscina con la lona que la cubría y la iba a seguir cubriendo mucho tiempo, ni la verja de acceso donde ponía un claro «prohibido» hasta… Leer más »Entreacto

¿Nueva normalidad?

El otro día me encontré con mi vecina del segundo. Hacía semanas (desde que comenzamos con este particular retiro) que no nos veíamos, pero después de los días raros nos habían dejado a salir a pasear por franjas horarias.  A mí me costaba vestirme con algo distinto que no fuera el pijama, así que decidí reconectar con el mundo poniéndome un chándal un poco brillante y antiguo que había encontrado en el último cajón del armario. Nos cruzamos en el portal, los dos con nuestras mascarillas. La mía, una que nos había echado al buzón el Ayuntamiento, la suya, una negra de lunares blancos con las cintas rojas. A los pocos segundos, me di cuenta de que, al respirar, las gafas se me empañaban. Y así, con mi chándal brillante, mi mascarilla blanca y mis gafas llenas de vaho, me… Leer más »¿Nueva normalidad?

De balcón a balcón

Nunca he tenido un pueblo y, por tanto, siempre he idealizado un poco las conversaciones de balcón o esas largas horas al atardecer cuando los vecinos sacan sus sillas a la acera para charlar de lo cotidiano o, simplemente, para estar. El otro día, a primera hora de la mañana, abrí las ventanas de la casa para ventilar y me asomé al balcón. Normalmente no lo hago porque, aunque la calle donde vivo es estrecha, tiene mucho tráfico, lo que equivale a mucha contaminación. Además, el edificio de enfrente está demasiado cerca para mi gusto. Como no me gusta sentirme observada, suelo tener la cortina corrida, a pesar de que eso implique tener menos luz. Pero en los días raros, hago cosas que normalmente no hago. Por ejemplo, salgo al balcón de madrugada y me siento en la pequeña silla… Leer más »De balcón a balcón

Retiro

César no era un hombre especialmente detallista, así que me sorprendió bastante cuando me dijo que había preparado algo por nuestro aniversario. Estaba claro que hacer treinta años de casados le debía haber impactado porque en otras ocasiones incluso había llegado a olvidarse de la fecha. No solíamos hacer nada especial, a menos que yo ideara una cena o una escapada de fin de semana. No sucedía todos los años, básicamente porque no todos los años tenía ganas de ir a cenar o de irme un fin de semana con César. Una relación tan larga da para mucho y no soy de las que fuerzan las cosas. Me gusta ser clara. César lo sabe y, aunque a veces se mete conmigo porque dice que no soy delicada y que confundo la sinceridad con la brusquedad, en el fondo le gusta… Leer más »Retiro